lunes, 2 de julio de 2007

LA DESAPARICIÓN DE LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA (II) RAZONES_SECTORES DE OPINIÓN EN LA SOCIEDAD

En la primera parte de esta serie de artículos intenté sentar las bases teóricas que permitan al lector tener clara la situación generada por la vigencia de la Ley Orgánica de Partidos a propósito de las elecciones del 27 de Mayo. Lo hice desde la generalidad, exponiendo ideas básicas de teoría del Derecho y del concepto de Democracia, que he tomado de mi intuición en algunos momentos y en otros del superficial conocimiento del Derecho que un lego como yo pueda tener de la materia. Antes de continuar invito al lector interesado en conocer la verdad sobre este asunto a leer la opinión de los expertos, que han dicho lo mismo que yo pero mucho mejor dicho y con más fundamento. Me refiero a los artículos publicados en “El País” por Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla, “Liquidación electoral de una minoría” (sobre el problema en general) y su continuación “Las cosas en su sitio” (en el que responde a Fernando Savater, explicando más profunamente la incostitucionalidad de la Ley de Partidos). También el artículo de Andrés Boix Palop, publicado en su blog, más extenso y exhaustivo, nos aclarará las estratagemas en virtud de las que la Ley de Partidos pudo superar un recurso de inconstitucionalidad y aplicarse.

De lo afirmado en esta necesaria puesta en claro de la situación a nivel jurídico conviene tener en cuenta que se trata de una situación de iure, quiero decir que no admite la discusión de si la Ley de Partidos es Constitucional o no, o si la Democracia es esto o lo otro. Conviene tener muy claro que la Constitución es la que es y está escrita y publicada hace muchos años, lo mismo que la Democracia es la que es y sus valores han sido formulados hace aún más años. Ni una ni otra admiten interpretación de ninguna clase, por las razones que expliqué en la primera entrega de esta serie de artículos. Aquellos que plantean este tipo de discusiones lo que hacen, en primer lugar, es despreciar la Democracia y la Constitución, y en segundo lugar intentar violentar estas instituciones y los derechos que garantizan. Esta segunda parte recoge mi personal análisis de por qué hemos llegado a la situación en la que de facto se ha discutido y se han violentado tanto la Constitución como la idea misma de Democracia, tanto por parte de una parte importantísima de la sociedad civil como por parte de las instituciones de Justicia y de Gobierno. Advierto al lector que, dada la extensión, he decidido dividir esta exposición en dos capítulos y conviertir la serie en un tríptico.

LA DESAPARICIÓN DE LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA (II) RAZONES_SECTORES DE OPINIÓN EN LA SOCIEDAD

Para analizar las razones que nos han llevado a la situación descrita en la primera parte de este artículo me parece adecuado comenzar por un análisis del espectro de opinión de la sociedad española respecto a la Ley de Partidos y la licitud o no de los partidos abertzales. Lo haremos de derecha a izquierda. Reconocemos tres grandes sectores de opinión:

Existe un amplio sector de la sociedad que como razón para negar el derecho al sufragio pasivo y activo[i] a la izquierda abertzale asume como una verdad incuestionable que ésta es ETA, identificando ambas entidades a nivel conceptual y de responsabilidades jurídicas, importándole muy poco el hecho de que pese a los repetidos y concienzudos intentos por parte del Estado Español de demostrar jurídicamente esta identidad, a fin de acallar la voz de la izquierda abertzale en las instituciones, encontrando delitos de colaboración o de cualquier otro tipo que vinculase los partidos que la representan con la banda terrorista, todos hayan terminado en sonoro fracaso[ii]. Estas personas asumen un concepto del Derecho en el cual no son necesarios ni pruebas ni procesos judiciales (pues de hecho siguen defendiendo a capa y espada este vínculo pese a la ausencia de pruebas con valor jurídico): basta el convencimiento personal -en base a evidencias subjetivas sin valor jurídico- de quien está al mando o de la mayoría. El lector se habrá dado cuenta de que esto significa el no reconocimiento del habeas corpus o derecho a la presunción de inocencia, derecho constitucional en cualquier democracia y derecho humano fundamental. Este concepto de Derecho es conocido y ha sido aplicado en la Historia: es el Derecho propio de las dictaduras fascistas. Siendo así, no decimos mentira si afirmamos que las personas pertenecientes a este sector representan la España de extrema derecha. Con las debidas precauciones añado que, aunque toda generalización es odiosa, parece que este sector de la sociedad simpatiza mayoritariamente con el PP. Al menos es cierto y verificable en la prensa que los líderes de este partido en sus declaraciones demuestran encarnar este posicionamiento, la identificación políticos abertzales-ETA. Este partido ya en otras muchas ocasiones y respecto a otros debates ha adoptado posiciones claramente de extrema derecha (“¡que se pudran en la cárcel!”, dijo Aznar mostrando poca convicción en aceptar la teoría penal de reinserción del preso que sanciona nuestra Constitución). Ello no obsta para que reconozcamos que muchos simpatizantes del PSOE se sitúan también en esta línea, y por tanto también pertenecen a la extrema derecha española (es importante comprender que la caracterización política de un individuo no la define su simpatía por un partido u otro, sino sus posicionamientos).

Desplazándonos hacia el centro, pero deteniéndonos en la derecha, nos hallamos ante el siguiente gran grupo de opinión. Éste contrasta con el anterior en el hecho de que reconoce el derecho a la presunción de inocencia a la izquierda abertzale, al menos jurídicamente, aunque en el ámbito de la opinión muchas personas situadas en este sector estén convencidas de la identidad de esa minoría con ETA. Este grupo de opinión aduce como razón para negar la licitud de la participación democrática de los abertzales que éstos combaten la Democracia y pretenden destruirla, pues no comparten sus valores como demuestra el hecho de que no condenan la violencia etarra. Aparte de que presentar la actitud de esos partidos frente a los atentados como prueba de que éstos combaten la Democracia es una falsedad[iii], la razón en la que sustentan su posicionamiento se basa en un desconocimiento de las bases constitutivas del Estado Español y de los valores de la Democracia. En cuanto a esto último ya hemos hablado de ello en el apartado anterior cuando dijimos que Democracia es, ante todo, respeto de la voluntad popular sea cual sea ésta. En cuanto a la Democracia española, a la constitución del Estado Español, éste permite en su Carta Magna la disolución del sistema democrático por vías democráticas (a través de un alto consenso social, del acuerdo en el Parlamento por parte de los representantes del pueblo), es decir, no prevé ningún mecanismo de perpetuación del sistema democrático más allá del que el pueblo desee que tenga: esto es, el Estado Español está constituido como una verdadera Democracia de acuerdo con el clásico concepto de este sistema de gobierno. Cosa más que normal, porque, que me conste, tan sólo el Estado Alemán está constituido de modo que no permite ciertas derivaciones de la voluntad popular, a causa de traumáticas experiencias históricas que todos conocemos, que llevaron a la Asamblea Constituyente del nuevo Estado Alemán posbélico a limitar en la nueva constitución la voluntad popular.

He dicho que aducir esta razón sólo es posible desde un desconocimiento de las bases constitutivas del Estado Español o de la Democracia. Desconocimiento, o premeditada omisión. Me cuesta creer que profesionales de la política y la magistratura puedan desconocer algo tan importante para el desempeño de sus funciones. También que personas con un cierto nivel cultural no lleguen siquiera intuitivamente a la certeza de lo que es España y lo que permite su democracia. Hablaremos en la última entrega de este análisis de las verdaderas razones de estos sectores sociales para adoptar sus posicionamientos.

De nuevo vamos a generalizar, pero el análisis nos obliga a pronunciarnos, teniendo siempre en cuenta lo aproximativo del pronunciamiento. Siendo esta postura moderada con respecto a la anterior, cabe asociarla al PSOE y a sus simpatizantes, y al resto de la derecha española: CiU, PNV, etc. Los posicionamientos públicos de los líderes de estos partidos, muy parecidos a los descritos, parecen avalar nuestra propuesta de asociación de este sector a algún partido.

Estos dos sectores de la sociedad, que se parecen entre sí y comparten la aceptación de las actuaciones del Estado dirigidas a privar a la izquierda abertzale del derecho de sufragio; abarcan, según una estimación muy personal, al menos tres cuartos de la sociedad española. Este es un dato importante porque sólo existiendo un amplio consenso social es posible que se produzcan violaciones tan flagrantes del orden constitucional sin grandes disturbios sociales. En la última parte de este análisis propondremos una explicación sociológica al hecho de que se haya llegado a este desatino.

Por último nos encontramos en un lugar opuesto al sector de la sociedad que se opone a la conculcación del derecho de sufragio de la minoría abertzale. En éstos están por un lado los propios perjudicados y otros ciudadanos vascos (que viven el conflicto desde dentro) que conocen la realidad vasca y por ello son inmunes a los mitos construidos por la prensa sobre ella, y que naturalmente simpatizan con el independentismo y la izquierda sin llegar a abrazar la causa abertzale. Por otro lado están los ciudadanos del resto de España que, aún no conociendo la situación vasca desde dentro, han sido capaces (por cultura, por firmeza de valores) de abstraerse de la influencia de la prensa en las conciencias y mantener intactos sus valores democráticos y su conocimiento exacto de los derechos reconocidos en la Constitución, y a la vez ser capaces de no dejarse llevar por la repugnancia que inspira la violencia etarra y distinguir entre lo que es la militancia política y el ejercicio de la criminalidad terrorista.

Para ser simétricos haré también una asociación entre este grupo y alguna formación política, aunque sea este caso más problemático que los anteriores. Sí creo poder asegurar que no es posible que alguien que simpatice con el PP pueda a la vez compartir los valores democráticos descritos pues esta formación se ha siempre opuesto firmemente a estos valores. Cabe que algún viejo simpatizante del PSOE, nostálgico de cuando éste era verdaderamente socialista, esté aquí incluido, y lógicamente muy desilusionado con su partido. También personas tolerantes y de fuerte convicción democrática pero con poca cultura que hayan caído en la trampa del bipartidismo, y queriendo votar a quien represente sus valores crean tener tan sólo al PSOE. Pero el grupo más nutrido se encuentra entre los simpatizantes de IU, el único partido que junto al PNV se opuso a la Ley de Partidos en su fase de discusión y aprobación, aunque luego, viendo el terrible punto en el que se encontraba la sociedad española en cuanto a sensibilidad hacia el conflicto vasco, decidieron inhibirse para evitar una caída de sus apoyos electorales.

Este es mi análisis del espectro de sensibilidades de los ciudadanos al respecto de la conculcación del derecho de sufragio de la minoría abertzale. Detengámonos aquí, en la tercera y última parte propondré una explicación de la “psicología social” de cada uno de los grupos aquí señalados, así como un análisis de la actuación del Gobierno y la oposición en el caso, intentando llegar a una teoría que explique cómo ha sido posible que una parte tan grande de la sociedad olvide los altos valores de la Democracia, conquistados con tanto sudor y sangre; así como las verdaderas razones de los partidos mayoritarios para empecinarse en eliminar esta insignificante minoría de las instituciones, aún a costa de violentar los mismos valores que cimientan el Estado Español.



[i] Sufragio pasivo es “ser votado”, es decir representar en un proceso electoral a otros ciudadanos. Sufragio activo es emitir un voto en un proceso electoral.

[ii] El más sonado y que supuso el fin de esa línea de actuación, para sustituirla por la ilegalización en virtud de criterios inconstitucionales como la “no condena de la violencia”, fue la encarcelación en 1997 de los 23 miembros de la Mesa Nacional de HB en virtud de una condena a 7 años de cárcel por colaboración con banda armada, a causa de su cesión de espacios electorales gratuitos para la difusión de un video un comunicado de ETA. Dos años más tarde de emitida la condena por el Tribunal Superior de Justicia, el Constitucional aceptó un recurso de amparo de HB y ordenó su inmediata excarcelación al considerar que el delito no existía. Los representantes abertzales pasaron casi dos años en prisión por un delito inexistente. Jon Idígoras fue liberado antes por razones humanitarias y murió poco después tras el agravamiento en prisión de su estado de salud. Pulse aquí para ver la noticia del encarcelamiento, aquí para ver la de la excarcelación.

[iii] Una observación desapasionada de la actitud de estos partidos revela que su no condena a la violencia no equivale a un ensalzamiento de la misma, sino a reconocer a ésta el carácter de “respuesta legítima a otra violencia”, en un intento de llamar la atención sobre la parte de responsabilidad del Estado Español en el conflicto. Luego no se trata de una declaración de principios “violentos” sino de un gesto político.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor Xurxo, he querido contestarle en los comentarios de El País, pero por cuestiones técnicas que desconozco, no puedo subir mi respuesta.
Esto es lo que intentaba poner:
Más respuestas a Xurxo Ventos. A su pregunta ¿Por qué siempre la resistencia ante invasiones o virreinatos (este caso) son siempre cosas como un "órdago del islamismo más enfermizo"?
Se le ve venir en el planteo la necesidad de una respuesta que justifique su presupuesto: Palestina, Irak, Pakistán en este caso, son terreno de lucha por la "liberación", según se entiendía en los 70. Amigo Xurxo ¿realmente, intelectualmente, usted asimila aquellos movimientos -que han demostrado estar equivocados en sus planteos políticos- con estos otros que, en rigor, por necesidad de base, tratan de imponer una deocracia del caracter más abyecto y vil? Porque, usted disculpe, nadie que se considere progresista o de izquierdas puede estar a favor de quien quiera imponer una religión por la fuerza y con ánimo de discurso único. Si eso se le ha criticado a la Iglesia Católica durante los dos últimos siglos, ¿porque aceptarlo del islamismo?
Respecto a su relativismo cultural, realmente me sorprende la soberbia con que se quiere mostrar como una persona tolerante y comprensiva hacia una cultura "extraña",. Otra cosa, la mayoría de los países exportadores de "la lucha de la liberación", viven bajo terribles dictaduras ¿eso también e spor el sojuzgamiento de Occidente?.
Es simple, nombreme uno sólo confiable institucionalmente. Y eso de pueblo soberano, dejemoslo para mejores causas, lo de pueblo y lo de soberano.
Imagino que en vez de fútbol por tevé, y tomar cerveza, usted debe ver exclusivamente Al Jazira, y beber agua, y encima, por eso, ser mejor persona o más inteligente.

Además, quiero agregar que usted me parece ser una persona bastante soberbia y pedante, que se cree esclarecida, mientras que el resto de los mortales que disienten con usted son casi analfabetos, pasotas y, casi, casi, malas personas.
Creo que un punto es usted un buen ejemplo de lo que se ha convertido la izquierda y el progresismo en general. utilizando una táctica de alianzas contra el imperio (léase EEUU) que haría enrojecer -de vergüenza- a cualquiera que defienda la causa de los derechos humanos. Ese aparente sojuzgamiento que sufre Oriente me parece uno de los más débiles argumentos que he oído siempre en estos temas. Creo que es un planteo metafísico de base ¿está bien matar a un ser humano? ¿incluso para conseguir objetivos políticos, que de eso se trata? No me interesa equipararme con una cultura que todavía -y tal vez no lo haga nunca- no ha resuelto este dilema. No creo que Occidente sea un dechado de virtudes, pero a la hora de elegir lo tengo claro.

Por si le interesa, mi mail es: luis_ini@hotmail.com

Xurxo Ventos dijo...

Saludos Luis,
Pese a que le respondí al email que me envió con el mismo texto que aparece aquí como comentario que no le iba a responder a sus preguntas, sí lo haré aquí, pues aunque no he cambiado de opinión respecto a que no le ha empujado a usted a colaborar ningún afan de debatir sino el gusto catárquico de “ponerme en mi sitio”, es responder a los comentarios enviados a mi blog un deber que he adquirido.
Para que los lectores no se despisten, pego aquí el comentario que publiqué en el foro de “elpais.com” a la noticia sobre la “Mezquita Roja” que ha desatado sus iras:

“Vaya, así que son todos fanáticos y ahí se acabó todo. Hay que acabar con ellos. Debe ser por eso que EEUU hace la vista gorda en su impecable espíritu democrático para apoyar al sanguinario dictador de Pakistán, ¡qué sacrificios hay que hacer por la seguridad de los que no son fanáticos, de las "personas de bien"! ¿Por qué siempre la resistencia ante invasiones o virreinatos (este caso) son siempre cosas como un "órdago del islamismo más enfermizo"? ¿Qué fue de los tiempos donde en vez de terroristas eran partisanos, guerrilla de liberación?”

Toda su exposición presupone varias cosas, erróneamente, pues es imposible inferirlas de mi texto. La que más perjudica su comprensión de mi texto es que yo simpatice con las doctrinas árabes, su concepción de ver el mundo o sus valores. Sin embargo, mi texto es bastante claro, mi primera pregunta retórica es una crítica al tratamiento, agresivo y despreciativo, que la prensa hace del conflicto en Afganistán y del papel de la guerrilla afgana en particular, la segunda llama la atención sobre el diferente tratamiento que se da a las guerrillas que combatieron en la Europa ocupada por los ejércitos nazis y las guerrillas que hoy combaten en Oriente la ocupación y el expolio del Imperio estadounidense. Que usted haya inferido todo lo que más adelante expone me revela desde el inicio su poca voluntad de debatir, de ver las cosas desde un nuevo punto de vista para poder juzgarlas mejor, de respetar la opinión de los demás.
Su primer error, pues, es que yo simpatice con las ideas políticas de la guerrilla afgana. No es así, mi respuesta a su pregunta es que yo no asimilo planteamientos políticos, ni los juzgo, lo que sí hago es considerar a las fuerzas que luchan contra los aliados occidentales en Afganistán “guerrilla de liberación”, en tanto que están conformadas por las gentes de un pueblo invadido por una potencia militar venida de la otra parte del globo, a la cual combaten con la primera intención de echarlos y recuperar su soberanía. Esto es completamente independiente de sus planteamientos políticos, del regímen que establezcan después, como lo es en el caso de las guerrillas partisanas de la Francia ocupada por el nazismo: de hecho hoy todos celebran la resistencia, incluída la derecha, a pesar de que esos soldados de fortuna eran la mayoría militantes comunistas.
Esto responde también a su siguiente planteamiento. No simpatizo con ningún fundamentalismo religioso ni imposición doctrinal, más bien lo combato con la razón y la cultura –y así se puede comprobar en mis textos-, aunque respeto las ideas tanto de individuos como de pueblos enteros. Como ya he dicho, en lo que planteaba en mi texto no se incluye ninguna simpatía.
Con esto llegamos a su siguiente planteamiento. Mi “relativismo cultural”, mejor mi respeto a las culturas, no lo inspira la soberbia como usted dice, sino el respeto que todos debemos tener por las culturas y los pueblos ajenos de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas (http://www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/ch-cont_sp.htm#cap1) en su artículo primero, punto 2, en el que la ONU reconoce el dereho de libre determinación de los pueblos. No hace falta ser un lince para darse cuenta de que este es el derecho más violado por Occidente y el propio imperialismo que ha practicado siempre y continúa practicando se basa sobre la violación de este derecho. Y no es que me quiera mostrar tolerante con la cultura árabe, es que lo soy de hecho, y así lo demuestro en todo lo que escribo. No sólo eso, lucho por la tolerancia, ya sea respecto al mundo árabe como de los independentistas abertzales y de todos aquellos grupos que sufren la intolerancia, la incomprensión y la agresividad de Occidente y sus Estados.
Sobre si las dictaduras en oriente se deben al sojuzgamiento de occidente: pues algunas sí, otras no. El imperialismo, tanto en Oriente como en América Latina, ha empleado a lo largo de su historia diversas tácticas de control sobre las naciones sometidas, que a grandes rasgos son: la ocupación militar directa y gobierno de un delegado del país ocupante (el virreinato, como le llamé irónicamente, referido al grado siguiente, aunque en rigor sería a este primer grado de control), la dictadura de un nativo al que se financia para que alcance el poder con un golpe de estado, y por último el fementido gobierno democrático de un testaferro aupado al poder con la falsa legitimidad de las urnas gracias a una campaña electoral de una superioridad económica y de apoyos mediáticos sostenidos desde el Imperio (el método más de moda ahora). En los casos en que la dictadura ha surgido del pueblo, éstas son el sistema de gobierno que han conocido desde siempre esas sociedades, que están en un nivel de civilización inferior respecto a Occidente. Mi total respeto a este sistema de gobierno, que no comparto, que criticaré siempre, pero sobre el que nunca apoyaré una intervención militar extranjera, pues viola el derecho de autodeterminación de los pueblos. Cada pueblo debe ser dueño de su propio destino.
Este tema tiene mucha profundidad, no querría cerrarlo sin apuntar que mi postura es no aceptar como principio inamovible la superioridad del sistema democrático sobre los demás, cada caso va examinado separadamente.
De aquí en adelante se pierde usted en declaraciones dogmáticas en que mi interpela para que se las rebata, como si sirviese para algo, juego en el que no caeré; y en prejuicios sobre mi persona muy poco respetuosos. Tan sólo comentaré una frase suya que es muy reveladora de su actitud y su gran respeto por los derechos humanos: “Y eso de pueblo soberano, dejemoslo para mejores causas, lo de pueblo y lo de soberano”. Usted desprecia profundamente el mundo árabe. Lo desconoce por completo, probablemente ni haya estado allí siquiera, acepta sin reflexión todas las consideraciones negativas que de él se vierten en la prensa, los medios, el cine y la literatura. Esta reacción suya es muy normal y ha sido muy estudiada. Tiene una historia apasionante que se remonta a la época del Imperio Romano, aunque la construcción del mito oriental (mito negativo) tiene su inicio en la Edad Media y el Renacimiento, y conoció un virulento despunte a finales del s XVIII durante el imperialismo francés y británico en el Norte de África y en Oriente Próximo. Las raíces psicológicas del horror del mundo occidental hacia el Islam también han sido cuidadosamente estudiadas, digamos que tienen mucha base en la religión cristiana y las incursiones árabes en Europa durante el esplendor de su Imperio. Sobre todos estos temas le recomiendo el libro del reconocidísimo intelectual estadounidense de origen palestino Edward W. Said (premio Príncipe de Asturias 2002), “Orientalismo”, editado por Debolsillo. Se trata de una obra básica en todo el mundo académico para comprender todo el problema.
Espero sinceramente que usted cambie de actitud en lo que se refiere al conocimiento. Primero, que escuche, al menos a quien está discutiendo con usted. Que adopte el útil método socrático del “sólo sé que no se nada”, que dude de todos sus presupuestos, que reflexione y no tome nada por seguro, que se desprenda de sus dogmas, que aprenda de quien sabe más que usted sin sentirse inferior por saber menos, como hemos hecho todos, nadie nació sabiendo. Lamentablemente me temo que a usted no le interesa para nada el conocimiento, ni la tolerancia ni los derechos humanos. Los valores que demuestra en su exposición son los valores de la derecha, su actitud es de una arrogancia ignorante muy perjudicial, para usted mismo y para la sociedad.
Le deseo suerte en su andadura. Vuelva a participar si lo desea, pero sólo si está dispuesto a escuchar, a considerar, sin rechazar a priori, los planteamientos que se le hagan.
Un saludo,
Xurxo Ventos

Anónimo dijo...

Que tal Xurxo? Voy a escribirte el comentario en español por si alguno de tus millones de lectores no entienden la lengua de Ramón Valenzuela, así no dificulto la comunicación. Además de que ya conozco muy bien tus métodos de censura jajaja. Antes también he de decir que: "me ralla la ostia escribir en el teclado porque soy la polla de lento" (oh, dios vuestro! que lenguaje procaz y soez! - que conste que lo hago para diferenciarme de ti, que eres un pedante según dicen por ahí en otro comentario, jeje), así que seré breve: no más de mil millones de palabras; reconozco que ese es mi precario límite.
Me gusta tu artículo, aunque haré unas matizaciones a algún concepto en él esgrimido. "Democracia", bonita y vacua palabra sino lo acompaña un adjetivo que la aclare: burguesa, la "Democracia" del Estado español es burguesa, y ese carácter de clase es uno de los motivos que explica fenómenos como la Ley de Partidos (que hay que recordar que si bien ahora se utiliza casi en exclusiva contra formaciones abertzales, cuando sea necesario se podrá aplicar contra organizaciones obreras sin ningún tipo de problema, de hecho el endurecimiento del Código Penal por parte del gobierno del PP, no modificado ahora por el del PSOE -lo que evidencia el grado de degeneración de la dirección reformista de este partido (organización creada por la clase obrera, no lo olvidemos)- llevó al encarcelamiento de dos sindicalistas asturianos, Cándido González Carnero y Juan Manuel Martínez Morala, por "romper" una cámara de tráfico en el transcurso de unas movilizaciones del astillero Naval Gijón -para más y más detallada información: www.elmilitante.org-. Y como éste hay infinitos ejemplos de ataques "democráticos" contra el movimiento obrero.)
Otro detalle que quiero comentar es la supuesta oposición de la dirección de IU a dicha ley. El hecho de que tú mismo afirmes cómo "decidieron inhibirse" para evitar sufrir un retroceso electoral deja también muy clarita la bancarrota ideológica de la dirección de ese partido, que si de verdad defendiera una alternativa marxista clara frente a la deriva del PSOE y no se dedicaran a hacer el seguidismo más absurdo, esa caída de apoyo electoral no sería tal. (Pero esto daría ya para 2 o más extensísimos artículos). De aquí puedes inferir que no estoy muy de acuerdo tampoco con el análisis del espectro de sensibilidades de la ciudadanía al respecto de la conculcación de derechos a la izquierda abertzale. Pero como prometí (a mí mismo) que no iba a extenderme mucho, en este punto lo dejo, que creo que no está mal para ser mi primera intervención.
Te felicito por el blog (otro día también podemos discutir lo de la pluralidad (jajajaja) de "El País", que también tiene tela) e VÉMONOS POLO CUVI!!!!!!!!!!!!!!!!!! Saúdos.

Xurxo Ventos dijo...

Hola “Manu” (te llamaré por el seudónimo que utilizas),
Gracias por tu intervención. Estoy muy de acuerdo en lo que señalas acerca del carácter burgués de la Democracia española. En efecto, es una democracia amoldada según valores burgueses y que sirve a la burguesía. Pero esto no tiene nada de extraño, no hay que olvidar que la Democracia misma nació por obra de la burguesía (en Francia en 1789), que no podía soportar que el absolutismo real y los privilegios nobiliarios coartasen un poder que estaba ya listo para nacer y ser ejercido pues lo hacían posible las estructuras económicas que nacieron en los dos siglos inmediatamente anteriores (desarrollo del comercio y la banca). Es decir: la democracia es, y ha siempre sido, esencialmente burguesa.
Y es lógico que la democracia española sirva a la clase burguesa, porque la sociedad española es burguesa. El mayor golpe que ha podido recibir el movimiento obrero ha sido el desarrollo económico, que ha confundido las fronteras entre clases y ha hecho accesible al obrero el mundo burgués, con todos sus placeres o una versión raquítica de ellos pero suficiente. El obrero de la época dorada del movimiento obrero a principios del s.XX ya no existe en el Occidente desarrollado, al menos entre sus ciudadanos (aclararé esto en seguida); todo peón de cadena o de la construcción se puede permitir con su sueldo una vida más que digna, si aceptamos que digno es gozar del ocio y el consumo aún viviendo esclavo de éste y del trabajo que lo hace posible. También puede, si es lo suficientemente listillo y esforzado, cambiar de clase, pues su sueldo le permite incluso el ahorro para tras media vida de privaciones invertir y prosperar.
El obrero que sólo trabaja en condiciones pésimas y pese a ello padece hambre y enfermedad ya no existe… como dije antes, entre los ciudadanos de Occidente. Pero en Europa existe un nuevo obrero clásico en condiciones degradadas, el inmigrante ilegal. Pero incluso éste está mejor que aquellos, e infinitamente mejor que en su tierra de origen, por lo cual está muy contento de su situación y por ello inconsciente de la injusticia que se comente contra él.
En definitiva, ahora mismo quien lucha contra la desigualdad social son tan sólo las personas muy inconformistas y con un gran sentido de la justicia, y que a la vez hayan logrado escapar de la alienación del consumo y la tele; el resto están muy contentos con su situación: quien quiere mejorarla, con esfuerzo y muchas veces cierto grado de mezquindad puede lograrlo; y a quien le basta trabajar y tomarse sus copitas y ver fútbol, pues tan contento. Este era el plan del Poder: desarrollo económico, las migajas para el pueblo, contentarlo, alienarlo y reducir su conciencia crítica y su cultura al mínimo para evitar problemas, y nosotros a gozar de la riqueza que nos proporcionan con su esfuerzo. Y han triunfado.
De cómo darle la vuelta a la tortilla se podría discutir durante horas. Me refiero sólo al tema que planteas, la lucha obrera, en concreto las protestas del naval. De acuerdo en que la policía actúa con violencia en estos casos, que la magistratura aplasta con saña a los que coge luchando por sus derechos, la saña que no tiene –ni justicia siquiera- con “los de arriba”. Pero yo no creo en la lucha obrera tal como se entiende en sentido clásico (Revolución, toma de los medios de producción), creo en una lucha cultural y en las acciones de resistencia pasiva: no consumir, no trabajar. Primero porque detesto la violencia, segundo porque creo que son mucho más eficaces, pues golpean el motor del poder del capital. Por las razones que expliqué antes, el movimiento se ha debilitado tanto que la sociedad no se solidarizaría con el obrero en lucha y así el Estado con todos sus instrumentos podría reprimir la lucha con dureza, como de hecho está sucediendo. El resultado: algunos héroes sobre el altar, pero poco más.
Lo que señalas sobre la potencial utilidad de la Ley de Partidos es muy importante y yo no he insistido quizá lo suficiente en ello, tan sólo cuando algunos lectores me acusaban de simpatizar con los terroristas, respondiéndoles que yo simplemente defendía los Derechos Humanos reconocidos en la Constitución, y no por el bien de los abertzales sino por el de todos, incluidos ellos que me atacaban con saña. En efecto, derivaciones fascistas en los valores del Estado podrían derivar y de hecho lo hacen en dar herramientas de represión al Estado de cualquier forma de disensión (el Estado del que hablo aquí es del Estado en manos del Poder, no del Estado como “conjunto de todos los ciudadanos”), lo cual pone a los ciudadanos a merced de quien controle las fuerzas coercitivas del Estado (magistratura y cuerpos armados).
Por último, te señalo que mi análisis del “espectro de opinión” de la sociedad se circunscribe a las opiniones que analizo, lo que añado de asociarlo a partidos es una generalización tan arriesgada que me arrepentí al instante de haberla incluido en el post. Además es analíticamente poco productiva, no añade nada útil. Supongo que es con esta asociación con lo que no estás de acuerdo, y está bien pues ni yo mismo la acepto. Si no es así, acláramelo por favor.
En cuanto a las críticas que haces del PSOE y de IU estoy completamente de acuerdo. Del PSOE llevo tiempo diciendo que son un partido de derecha, tanto económicamente como en lo que se refiere a política territorial y exterior, lo único que tienen de izquierda es su laicidad, cosa que debería ser santo y seña de todos los partidos pues es algo a lo que obliga la Constitución. De IU no dije nada más porque me daban pena, pero es cierto que están a la deriva y se lo merecen por traicionar a sus votantes y dejar a España sin opción de izquierda. En lugar de reafirmarse en su posición y esforzarse en ganar electores para la causa de la izquierda, intentan captar a los votantes descontentos del PSOE que se creen de izquierda y por eso nunca votarán al PP, pero que no siendo de izquierda –sin saberlo- tampoco aceptan votar una IU que lleve bien alto la bandera del socialismo. Y por eso la esconden, para tener unos pocos votos más, algún diputado más… vergonzoso! La gente de izquierda no queremos diputados ganados engañando a la gente, queremos los representantes que nos merecemos, pero que nos representen con todas sus consecuencias.
Un abrazo muy fuerte, espero no haberte resultado ni pedante ni prolijo, ya me aclararás esas bromas que te gastas…
Até pronto, rapás!
Xurxo Ventos

MR dijo...

un comentario impresionista: siglos antes, todo se justificaba en nombre de Dios y ahora oímos hablar de la Democracia en la misma manera.
vine aquí para cambiar aire, y pensar en otra cosa que no tenga que ver con preocupaciones de índole civil (más concretamente, cosas del visado, del matrimonio, etc).
Saludos,
A.

Anónimo dijo...

Rojo de mierda la gentuza como tú es la que pudre la democracia.

hijo de puta.

Xurxo Ventos dijo...

Lector que se esconde en el anonimato,

Si es la democracia suya la que contribuyo a pudrir, aquella en que pensar diferente es merecedor de insultos o condenas penales, me congratulo por ello. Créame que trabajo a diario por pudrirla y tirar los desechos al cajón del olvido de la Historia.

Es usted una víctima de la educación franquista o postfranquista, de la semilla fascista que late en la mayoría de los corazones de una sociedad demasiado cercana en el tiempo a la dictadura de Franco. Pero esa semilla se extinguirá con el tiempo y España será por fin un país democrático, gente como usted quedará condenada al ostracismo. Es un proceso inexorable.

Si quiere decirme algo más, ya sabe dónde encontrarme. Firmo con mi nombre y soy una persona pública, sin miedo a decir lo que piensa.

Un saludo,
X.V.

Diablo dijo...

Bueno, mejor dedica unas palabras a Isaías Carrasco, que ese sí que era de izquierdas y lo mataron cobardemente ante el silencio de los que tú llamas de izquierdas (los de perros de ANV). No todas las ideas son defendibles en democracia: las ideas que defienden el tiro en la nuca son sólo dignas de multa y cárcel, y la inmensa mayoría pensamos así. Otra cosa es que tú te pienses muy de izquierdas y creas que no tiene nada que ver ser de ETA con homenajear a los etarras y no salirse una línea del guión que marca una banda de asesinos a la hora de hacer política. Claro claro, ANV no es ETA, sólo sigue la línea que le marca y la apoya políticamente defendiendo no la lucha sino la amenaza cobarde de las bombas y el tiro en la nuca.

Xurxo Ventos dijo...

Señor que firma como Burlón Caster,

Parte usted de un dato falso. Sí que son defendibles todas las ideas en Democracia, incluidas las que apuestan por la disolución del propio marco democrático (incluso a bombazos, mientras sean ideas y no actos), así lo fue desde el nacimiento de la Democracia moderna con la independencia de EE.UU. y la Revolución Francesa, y sólo tras el drama del nazismo algunos países pusieron límite a la libertad política, que me conste tan sólo Alemania en Europa. Y ello porque se puso de manifiesto que la conciencia colectiva de una sociedad era manipulable, y por el voto ciudadano sin pegar un sólo tiro era posible llegar a lo que se pensaba sólo se podría llegar mediante un golpe de Estado, la disolución del sistema democrático.

La democracia de la que usted habla, que se blinda a sí misma vetando la posibilidad de una reforma democrática que liquide el propio sistema, se llama "democracia militante", y no es el sistema que sanciona la Constitución Española (sí la de Alemania, por ejemplo). Ésta deja abierta la posibilidad a reformas constitucionales totales, incluyendo la abolición del parlamento, etc., eso sí con un consenso del parlamento superior a 2/3.

Si como usted dice la mayoría de los españoles piensan que ciertas ideas deberían ser perseguidas, tal vez sería la hora de cambiar la Constitución, porque ahora mismo eso no es posible (aunque se esté dando en la práctica gracias a violaciones de la Constitución, ojo), existiendo los artículos 16.1 y 23.1. Yo particularmente estoy en contra, pero naturalmente me plegaría a la decisión de la mayoría.

Sobre su siguiente argumento. ¿Si soy de izquierdas? Bien, yo me declaro anarquista, que por un lado es de izquierdas porque es un sistema que se basa en la solidaridad humana, y por otro tiene de derechas que es liberal. Aclarado esto, sigo con un punto fundamental, el error conceptual en el que cae usted y tantos ciudadanos españoles presos de la falacia jurídica creada por los discursos de la prensa y los políticos:

En realidad es muy sencillo: tiene usted que tener muy clara la diferencia neta que hay entre pensar u opinar y actuar. En los artículos de la Constitución que he citado antes se sanciona que no puede haber delito de ninguna clase en el pensar u opinar, mientras que en el actuar sí puede haberlo, y las actuaciones consideradas delictivas vienen recogidas en el Código Penal. Por ejemplo, ir a la compra no es delito. Llevar una pistola en el bolsillo sin permiso, sí. Hacer obras en la fachada de tu casa con los debidos permisos municipales no es delito, sin ellos sí; y robar un coche también. Pensar en robarlo no lo es. Decir en público que estaría muy bien robarlo, tampoco. Hacer un partido político y defender la idea de que todos deberíamos convertirnos en ladrones de coches, tampoco lo es NI PODRÍA SERLO. ¿Se va dando usted cuenta de la diferencia entre pensar u opinar y actuar? Tal vez no me crea a mí, consulte entonces a un jurista o lea algún libro de Derecho en el que se expliquen estos conceptos.

Continuamos. ¿Qué pasa con ANV y la izquierda abertzale? Para empezar, estamos hablando de colectividades compuestas por individuos. Los delitos son cometidos siempre por individuos, no se puede juzgar jamás a una colectividad, porque dentro de ella habrá quien es culpable y quien no, la Justicia investiga y juzga a cada individuo separadamente. Este concepto jurídico básico ha sido atropellado en España en el caso que nos ocupa.

Seguimos. Varios ciudadanos vascos de izquierdas, políticos o simplemente militantes, han sido procesados y encarcelados. Si usted lee las sentencias, el delito que se les imputa es de "pertenencia" a tal o cual organización ilegalizada (a Batasuna, un partido político sin cargos criminales), "enaltecimiento del terrorismo" (expresión de una opinión) y otros parecidos pertenecientes al grupo de "pensar u opinar". Pero jamás de encubrimiento de terroristas, financiación, labores de información sobre posibles objetivos, tenencia de armas u acciones directas como asesinato. Todos estos últimos delitos son los que se les imputa a los terroristas de ETA, que son los que ACTÚAN. Ya ve cómo todo se basa en la diferenciación entre pensar y actuar.

Con esto termino. Tan sólo le digo que sobre Isaías Carrasco ya escribí en su momento en el foro del diario "Público", y lo hice por iniciativa propia, jamás lo haría por demostrarle a nadie mi alineación con un bando. Simplemente expresé mi sincera opinión porque me lo pedía el cuerpo, y punto. Hacerlo de nuevo sería redundante y respondería a otras razones seguramente mucho más mezquinas que solidarizarse con las personas que sufren en el momento que es pertinente.

Un saludo y gracias por participar, le ruego que en lo sucesivo modere su ira y se refiera a mí y a otras personas con el debido respeto.

X.V.