sábado, 5 de marzo de 2011

Nueva dirección estratégica del Gobierno en el conflicto vasco

En los últimos días toma cuerpo una posible explicación de la actitud del Gobierno. Las declaraciones reiteradas de Rubalcaba sobre que ETA tiene casi todos sus miembros en la cárcel y, sobre todo, que todos los atentados han sido aclarados y sus responsables detenidos, apuntan a que el Gobierno parece querer dar por finiquitada a ETA. Pero claro: finiquitada por la via militar. Esto es MUY importante, veamos.

En el proceso de paz, aunque cada cual barre para sí, está claro que tiene que haber una conciliación, y cada parte debe sentirse satisfecha. Mi sensación es que a la parte españolista casi le importa más el orgullo de haber "vencido" por la fuerza, que el tener tal vez que conceder ciertos derechos, que a lo mejor hasta también acariciaba su orgullo darse un baño de magnanimidad democrática. Y también cuenta para ello que están convencidísimos de que los vascos aman ser españoles y un referendum jamás saldría adelante.

El Gobierno sabe esto, y sabe también que tiene que tener contenta a una sociedad a la que durante años ha intoxicado presentando el conflicto como un problema de delincuencia común o fanatismo de ETA, negando el conflicto político y las reivindicaciones existentes. Creo que las declaraciones del Gobierno apuntan a una solución que pasa por presentar el fin de ETA no como una decisión estratégica propia (salida de las bases de la izquierda abertzale tras un proceso asambleario) sino como una victoria militar del poderoso y justo ejército de las FF.SS. y de la firmeza de sus gobernantes. Así resolverían el gran problema del terrorismo, y según los cálculos del Gobierno, ello le daría fuerza electoral en el resto de España, y aunque perdiesen apoyos en la CAV seguirían contando con el PNV para mantener el status quo del marco autonómico (además de contar con el cerrojo de siete llaves de la Constitución, por supuesto). Legalizarían la IA, pero según sus cálculos ésta nunca llegaría a tener apoyo electoral para cambiar nada.

Si esto fuese así, me parece una buena solución. Creo que a la IA no debería importarle que los españoles se sintiesen victoriosos, allá ellos si se alimentan de orgullo. Mi opinión es que el Gobierno cometería un error de cálculo y se llevaría la sorpresa de no poder frenar el empuje del pueblo vasco exigiendo el derecho a decidir democráticamente, que ni la Constitución podría frenar. La opción entonces sería o sacar los tanques a la calle o tener que ceder a la voluntad popular.