"Dado el poco espacio que nos conceden, dividiré mi
aportación entre la crítica a las propuestas actuales de la izquierda y mi
propuesta.
El sr. Monedero dá en el clavo al decir "La
representación es contraria a la democracia". Creo que la izquierda se
equivoca al pensar en alcanzar el poder por vía institucional, configurando una
"mayoría social". Este intento está condenado al fracaso porque esa
mayoría de personas críticas no existirá jamás, por 2 razones principalmente:
1. Como el ponente indica, la gente normal no tiene tiempo para
dedicarse a la cosa pública, y añado que no tiene la oportunidad de desarrollar
el sentido crítico que le llevaría a
dedicarse a ello, dado el caso de que tuviera tiempo. La sociedad está
construida para que una masa de ciudadanos trabaje tanto que no pueda
reflexionar, acepte la desigualdad y se conforme con las migajas (el consumo).
Al mismo tiempo, el Poder, haciendo uso de sus recursos ilimitados (educación,
medios de masas) se encarga de proporcionarles un imaginario, una cultura, unos
valores, por los que es posible ser relativamente felices (en el sentido
etimológico de "en relación a otros") por el simple hecho de consumir
o alcanzar un grado de miseria menor que el del prójimo. Es el "panem et
circenses" unido a la explotación de los valores de competencia del
capitalismo.
2. Esa masa que no tiene oportunidad de desarrollar el
sentido crítico es una mayoría abrumadora, es ese 85% de electores que votan
PPsoE. Esto no va a cambiar: los que aquí discutimos somos una minoría
privilegiada que por diversas razones ha podido desarrollar el sentido crítico,
aunque percibamos que somos muchos, esto se debe al contexto social en el que
nos movemos. El Poder tiene recursos para controlar la opinión de la mayoría.
No basta que haya información libre en internet, porque para buscarla y leerla
hace falta un tiempo que la mayoría no tiene.
Por lo tanto, la democracia representativa en nuestras
sociedades de la información no será nunca una verdadera democracia, porque el
Poder mantiene su hegemonía obteniendo la legitimidad a través del voto de
ciudadanos cuya opinión puede controlar y controla.
Negar este hecho y alimentar falsas esperanzas es el pecado
capital de la izquierda. Porque beneficia al Poder: es importantísimo que esa
masa acrítica que les vota vea que existe una oposición, que el Poder no es
omnipresente, aparentar que es posible una inversión del poder. Es lo que se
llama "Disidencia controlada" (buscar en internet este concepto).
Por lo tanto, lo primero sería poner punto y final a las
eternas disquisiciones de cómo alcanzar el poder en las urnas, simplemente
porque es un camino empíricamente imposible. Lo segundo, un ejercicio de
sinceridad en el análisis de la estructura social y de nuestro papel en ella. Y
por último, actuar de una vez con determinación de consecuencia con este
análisis y empezar a construir la alternativa. No se trata de algo violento, al
contrario. Lo explico en mi próximo texto.
Si lo que se desea es derrocar al Poder para establecer un poder popular
justo para todos, lo primero que cabe preguntarse es ¿de dónde obtiene el Poder
su poder? Es evidente que el poder reposa en el Capital acumulado. ¿Y de dónde
obtiene ese capital el Poder? Lo obtiene fundamentalmente de 3 maneras:
11.
Por la explotación de nuestra fuerza de trabajo
22.
Por el pago que efectuamos al comprar los
productos que vende
33.
Por el pago de impuestos al Estado
(aquí es necesario anotar que el Estado, cualquier estado,
es siempre un instrumento del Poder, que lo controla completamente en todos sus
aspectos y funciones: legistalivo, ejecutivo, judicial, coercitivo, incluso los
servicios que presta; ya que los partidos que gobiernan lo hacen gracias a la
inversión económica en control de la opinión, y por tanto estos partidos, que
están al frente del Estado, sirven a los intereses de quienes les pagan como si
se tratase de una “agencia de gobierno” de una nación)
El esfuerzo de sinceridad sería preguntarnos ¿somos tal vez
la pieza imprescindible en la que se basa la estructura de poder? ¿No
colaboramos con el sistema con cada gesto cotidiano? Trabajando y consumiendo
estamos sosteniendo el sistema.
Afortunadamente muchas personas se van dando cuenta de que
los 15Ms y las mareas le hacen cosquillas al Poder, que sigue imponiendo su
política, da igual la intensidad de la protesta. Por eso hay que darle donde le
duele.
Existe un modo de cortar ese flujo de capital, que es para
cada punto:
11.
Huelga indefinida
22.
Boicot total
33.
Insumisión fiscal
Pero ¿cómo sobrevivir sin trabajar, sin consumir, sin Estado? Este es el gran engaño, por ahí nos coge el Poder, este es el modo que encontró para perpetuar la esclavitud tras su abolición como práctica ejercida por la violencia: somos esclavos del consumo, educados en un ideario por el cual solo se es feliz acumulando bienes y consumiendo.
Sin embargo, para vivir solo necesitamos alimentarnos y una vivienda en condiciones, y para ser felices, la compañía y el amor de nuestros seres queridos, y tiempo para disfrutarlos. En este punto estoy asumiendo los principios de las Teorías del Decrecimiento (buscar en internet).
Para vivir una vida plena, libre de esclavitud, con tiempo para disfrutar lo verdaderamente importante, es necesario pues liberarse del círculo infernal de trabajo-consumo-trabajo. No digo que sea fácil romper con el imaginario aprendido en una vida y hacerlo bajo el influjo constante de lo contrario -renunciar a bienes es duro, ya que nuestra felicidad ha dependido siempre en gran parte de comparar nuestra situación con la de nuestro entorno-, es difícil imaginar un mundo sin trabajo ni consumo: pero es posible y de hecho ya existe. Cientos de comunidades autosuficientes prosperan en todo el mundo, produciendo lo que necesitan para vivir (comida, energía, ropa, algunos útiles), construyendo sus espacios. Consulten la web de la Red Ibérica de Ecoaldeas, por ejemplo, o la internacional Global Ecovillage Network, hay muchas más redes.
**************Conclusión diferente y más extensa***************
Esta propuesta es pionera y falta mucho camino por andar.
Las aldeas ecológicas son para muchos una salvación individual, refugio para
clase media-alta en busca de paz y vida sana en contacto con la naturaleza, pero casi siempre falta la voluntad de organización a gran escala y de hacer crecer esta nueva "civilización" (me parece este un término muy apropiado). La lucha popular debería encaminarse a crear comunidades liberadas del sistema y lograr organizarse, que su solidaridad y democracia
directa interna se extienda a más comunidades, para lograr comunidades mayores
que sean capaces de desarrollar una industria cada vez más compleja -no dirigida a un mercado sino al abastecimiento de lo que las comunidades necesitan- hasta
lograr un día producir todo lo que la sociedad capitalista ha logrado, pero
desde principios ecológicos y de solidaridad, en un sistema donde no exista el
capital ni la explotación del hombre por el hombre.
Sí, se trata de un panorama utópico. Pero una vez más cabe recordar que todo lo bueno que hoy es realidad fue antes utopía. Como dijo Nelson Mandela, "parece imposible hasta que se hace".
RESUMEN Y CONCLUSIÓN
He señalado los siguiente puntos críticos:
* La consecución del poder por el pueblo por vía electoral es imposible debido a que el Poder tiene los recursos para controlar el sentido del voto de una gran mayoría de la población, a la que la presión estructural priva completamente de la posibilidad de desarrollar un sentido crítico, haciendo que voten a sus victimarios.
* Al participar del sistema cumpliendo el recorrido trabajo-consumo-trabajo y contribuir fiscalmente a soportar el Estado, todos estamos contribuyendo al mantenimiento de la estructura social injusta en la que un 1% de la población acumula el poder y la riqueza. Para lograr cambiar esta estructura es necesario hacerla colapsar, lo cual se logra dejando de sostenerla, es decir saliendo del círculo trabajo-consumo-trabajo.
Por lo tanto, para conseguir una sociedad justa lo único que hay que hacer es crearla uno mismo, al margen del sistema, del Estado y del Poder. Está en nuestras manos y es mucho más fácil de lo que parece, basta dar el paso, empezar a obtener lo que se necesita uno mismo, con su propio trabajo, asociándose con otros, trabajando juntos por el bien de la comunidad que se crea: Automáticamente dejan de existir la explotación, el poder y la injusticia. Basta obtener la cantidad de tierra necesaria para el número de personas que conformen la comunidad, establecerse en ella e ir día a día mejorando las condiciones de vida, trabajando juntos solidariamente, no para un capitalista que nos explota sino para nosotros mismos, organizados de forma totalmente democrática.
Otra cuestión es si las personas de izquierda que permanentemente se quejan del sistema y aspiran a cambiarlo prefieren no renunciar al pan y circo que les ofrece el Poder, en forma de bienes de consumo y pequeños placeres, y seguir así padeciendo la situación de injusticia. Es una decisión de cada uno. Pero si deciden seguir como están, en la ilusión de estar inmersos en una lucha por alcanzar el poder institucional para cambiar las cosas desde arriba, deberían ser consecuentes con su decisión. La puerta a la libertad está siempre abierta, no es un camino de rosas, pero está ahí. El que no lo tome, debe asumir lo que corresponde al camino de vivir en el sistema.
Todo lo expuesto es un brevísimo y superficial resumen de un análisis con muchos más matices y una propuesta mucho más compleja. La brevedad obliga a una argumentación frágil y fácilmente criticable. Pero tanto mi análisis como mi propuesta se podrían ampliar hasta escribir libros, de hecho ya hay mucho escrito sobre el tema del cambio de modelo social y de valores. Estoy abierto al debate y preparado para responder a cualquier cuestión, tanto en Espacio Público como en este blog.
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